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1. ¿QUÉ ES FILOSOFÍA?
1.1.
Caracterización de la filosofía
La
filosofía es uno de los diversos intentos del
ser humano de comprender tanto la realidad que le rodea
como a sí mismo. También la ciencia o
la religión pretenden dar una respuesta a las
preguntas que nos planteamos acerca de la vida, la muerte,
el mundo, el ser humano, el bien y el mal y cuestiones
similares que nos afectan muy profundamente. Ahora bien,
existen diferencias notables que hacen de la filosofía
un empeño peculiar en esa búsqueda por
comprender.
En
primer lugar, y en contraposición a la religión,
la filosofía es, o pretende ser, una indagación
racional de la realidad y del mundo.
En la filosofía no hay lugar para dogmas o revelaciones
divinas y tampoco juega ningún papel la autoridad
a la hora de dilucidar cuál pueda ser la verdad
sobre una cuestión. Asimismo, los mitos, las
tradiciones o el sentido común acrítico,
son igualmente descartados en la medida en que no examinan
en profundidad, y por medio de la razón, las
ideas que sostienen. No obstante, esto no quiere decir
que la filosofía no analice o que ignore por
completo los presupuestos o afirmaciones de la religión
o de la tradición. Estas son también objeto
de estudio de la filosofía, así como de
la antropología, psicología, etc. en su
afán por conocer mejor al ser humano. La filosofía,
por otra parte, en muchas ocasiones pretende responder
a las mismas cuestiones, como cuál sea el lugar
del ser humano en el mundo, o el sentido de la vida,
pero lo importante, repetimos, es la manera en que aborda
los problemas, y esta es de una forma crítica
, examinando cada afirmación sin dar
ninguna por supuesta o comprobada previamente (y en
caso de que no se haya podido examinar una afirmación,
por la complejidad del tema o por otras circunstancias,
no por ello se acepta como dogma de fe, sino que sigue
siendo considerada susceptible de un examen crítico).
En
segundo lugar, y ahora en relación a la ciencia,
la filosofía pretende ser un saber omniabarcante
, referido a la totalidad de lo real, y no
sólo a una rama particular de ésta, como
sucede en el caso de las ciencias, que a lo largo de
la historia han ido fragmentándose en diversas
ramas o especialidades cada una de las cuales atende
sólo a un ámbito específico de
la realidad (así han ido surgiendo la astronomía,
la biología, la geología, etc.). La filosofía
es, por lo tanto, un saber general, y como tal pone
en cuestión cualquier tema y reflexiona sobre
el ser humano (¿Qué es el ser humano?
¿Qué significa ser "persona"?), sobre
la ciencia (¿Es la ciencia un conocimiento seguro?
¿Cómo se distingue la ciencia de otro
tipo de conocimiento) o sobre la propia filosofía
(pues la pregunta "¿Qué es la filosofía?"
es a su vez una pregunta filosófica), entre otras
cosas.
Esta
concepción de la filosofía como un tipo
de saber es resumida claramente por el filósofo
inglés Bertrand Russell (1872-1970):
"La
filosofía es la tierra de nadie que
se encuentra entre la teología y la
ciencia y que está expuesta a ataques
de ambas partes. Como la teología,
consiste en especulaciones sobre temas a los
que los conocimientos exactos no han podido
llegar; como la ciencia, apela más
a la razón humana que a una autoridad,
sea ésta de tradición o de revelación." |
Historia
de la filosofía occidental ,
Bertrand Russell
|
|
Existe,
no obstante, otra concepción de la filosofía,
la filosofía como actitud, que nos remite a los
orígenes de la filosofía en la antigua
Grecia, en el siglo V a. C. Según esta concepción
lo verdaderamente significativo del filósofo
es su capacidad de asombro ante el mundo unida a la
curiosidad por conocer cuanto le rodea. El filósofo,
en este sentido, no es un sabio, que ya conoce todas
las respuestas, ni un ignorante, que las desconoce y
ni siquiera tiene interés en conocerlas, sino,
tal y como nos dice el sentido etimológico del
término "filósofo" (filo-sophos), un amigo
o amante de la sabiduría, aquel que aspira al
saber, que es consciente de su propia ignorancia y que
no se conforma con aceptar sin poner en cuestión
las afirmaciones que le brinda el sentido común
o las demás personas.
Esta
actitud está perfectamente ejemplificada por
el filósofo Sócrates (470-399 a. C.),
famoso por su sentencia "Sólo se que no se nada"
y su modo de vida, en constante indagación, inspirada
en el lema del oráculo de Delfos "Conócete
a ti mismo". La figura de Sócrates, para el cual
"una vida sin examen no merece la pena ser vivida ha
llegado a representar a la propia filosofía en
el imaginario colectivo.
Estas
dos formas de entender la filosofía, la filosofía
como saber y la filosofía como actitud son tan
sólo dos maneras de comprender y practicar la
filosofía; sin embargo, a lo largo del tema veremos
nuevos enfoques y concepciones de la filosofía
1.2.
Posible definición de la filosofía
Cuanto
hemos dicho hasta ahora es una explicación y
aclaración del tipo de indagación que
comúnmente denominamos filosófica y de
la forma en la que pretende conocer al ser humano y
a la realidad. Pero hasta ahora no hemos ofrecido una
definición en sentido estricto. Encontrar una
definición que fuese interesante y significativa,
esto es, que no fuese algo excesivamente general y vago,
probablemente excluiría algunas o muchas de las
corrientes filosóficas que se han dado, puesto
que lo que históricamente ha sido considerado
filosofía ha ido cambiando de tal forma a lo
largo del tiempo que resulta muy difícil encontrar
puntos en común a todas las tendencias.
A
pesar de todo, una de las definiciones que se han formulado
es la que afirma que la filosofía es pensar
sobre el pensar , definición que tiene
la virtud de mostrar el carácter de "pensamiento
de segundo grado" propio de la filosofía; es
decir, si la ciencia y la política, por poner
dos ejemplos, son dos modos de pensar la realidad, la
filosofía constituye un pensar sobre ese pensar.
Algunos autores consideran que el auténtico pensamiento
de primer grado es el sentido común, mientras
que la ciencia y la filosofía supondrían
reflexiones de segundo y tercer grado respectivamente.
Lo importante, por el momento, no es definir el número
de grados o categorías en las que podemos clasificar
la reflexión, sino darse cuenta de la existencia
de esos niveles, cada uno de los cuales constituye una
profundización con respecto al anterior.
Este
planteamiento puede muy fácilmente conducirnos
a la pregunta: "¿qué sucede cuando reflexionamos
sobre la filosofía? ¿se trata acaso de
un nuevo nivel de profundización más allá
de la filosofía?". La respuesta a esta pregunta
es negativa. La meta-filosofía, o la reflexión
sobre la filosofía, es a su vez una cuestión
filosófica. De hecho la filosofía es la
única disciplina que se estudia a sí misma.
El motivo por el que esto es así se verá
más claro al examinar los rasgos de la reflexión
filosófica
1.3.
Filosofía: nombre y concepto
Ya
hemos comentado que la filosofía, en su sentido
etimológico quiere decir "amor a la sabiduría".
La atribución a Pitágoras de ser el primero
en autonombrarse "filósofo" figura en las Tusculanas
de Cicerón, quien, a su vez, tomó
este dato de un escrito de Heráclides Póntico.
En esta primera aparición del término
"filósofo" se destaca el aspecto contemplativo
de la acción de filosofar. Burnet resume de esta
manera la concepción pitagórica:
"En
esta vida hay tres clases de hombres, lo mismo
que hay tres clases de personas que van a
los juegos olímpicos. La más
baja es la que va a comprar y vender, la segunda
a tomar parte en las competiciones. Pero los
mejores son los que solamente van a contemplar
el espectáculo. La más grande
purificación es, por lo tanto, la ciencia
desinteresada, y el hombre que se dedica a
ella, el verdadero filósofo, se libra
más eficazmente de la rueda del nacimiento."
|
La
aurora del pensamiento griego , Burnet
|
|
Otro
significado originario del término "filosofía"
es el de indagación. Ahora bien, si tomamos tal
indagación en el sentido más general,
el filósofo es también el sabio, el sofista
(nombre que recibieron, por ejemplo, los siete sabios
de Grecia y que no tenía en un principio el matiz
despectivo que hoy se le atribuye), o incluso el mago
o el sacerdote. Todos ellos llevan a cabo algún
tipo de indagación o investigación (y
de esa forma incluso Tucídides hace decir a Pericles
de sí mismo y de los atenienses: "Nosotros amamos
lo bello con sencillez y filosofamos sin timidez").
Todas las ciencias caerían en este concepto de
filosofía, si bien no conviene olvidar que en
la antigua Grecia, a la que ahora nos estamos refiriendo
al buscar el origen del término, la distinción
que hoy marcamos entre lo científico y lo filosófico
es prácticamente inexistente.
Un
sentido más restringido de tal investigación
, más próximo a lo que comúnmente
entendemos hoy por filosofía, hace alusión
a una investigación peculiar que se caracteriza
por ser fundamental para las demás, pues no es
sino la investigación que es consciente de sí
misma, que opera en un nivel más profundo y que
constituye la base para las demás. Esta doble
significación que encontramos en el origen del
término "filosofía" puede verse claramente
en Platón y Aristóteles, y continuará
después de éste en los filósofos
del período helenístico.
1.4.
Observaciones generales
Antes
de tratar en profundidad los principales puntos del
tema, conviene señalar varias cuestiones que,
aunque muestren lo complejo que resulta el problema
de dilucidar la naturaleza de la filosofía, no
pueden ser dejadas de lado.
Un
aspecto importante es el hecho de que no hay una única
"Filosofía", como el nombre nos podría
hacer creer, sino que es más correcto hablar
de filosofías, de diferentes modos de ver el
mundo y de entenderlo. Por lo tanto no hay un marco
común general al que todos los filósofos
se remitan cuando afirman que hacen filosofía.
Ahora bien, sería incorrecto pensar que cada
una de estas filosofías es producto exclusivo
de la originalidad de su creador y que, por lo tanto,
cada filosofía es un mundo aislado sin conexión
con las demás. Por el contrario, la filosofía
de cada autor está en relación no sólo
con las filosofías previas, frente a las cuales
reacciona (bien para criticarlas, bien para complementarlas),
sino también en relación con un momento
histórico determinado, con sus peculiares características,
necesidades y problemas. Así pues, tanto a nivel
histórico como a nivel teórico, toda filosofía
es una filosofía situada. Veamos con más
detalle qué quiere decir esta expresión:
A)
Decimos que una filosofía está situada
históricamente porque se encuentra inmersa en
el devenir de los acontecimientos históricos
como un momento más. Ninguna filosofía
puede salirse de la historia y juzgar a los demás
"desde el exterior". Su situación en un momento
concreto de esa misma historia conlleva necesariamente
un determinado punto de vista que no ha sido libremente
elegido.
B)
A nivel teórico toda filosofía está
situada en el sentido de que incorpora una serie de
prejuicios que condicionan su modo de pensar y que impiden,
de esta forma, una supuesta "neutralidad y objetividad".
El filósofo H. G. Gadamer, en su obra Verdad
y método , hace hincapié sobre la
presencia del prejuicio en toda filosofía, y
la imposibilidad de su eliminación, cuestionando
también la presunta ventaja de la eliminación
del prejuicio:
"Sólo
este reconocimiento del carácter esencialmente
prejuicioso de toda comprensión confiere
al problema hermenéutico (1)
toda la agudeza de su dimensión.
Medido por este patrón se vuelve claro
que el historicismo, pese a toda crítica
al racionalismo y al pensamiento iusnaturalista,
se encuentra él mismo sobre el suelo
de la moderna Ilustración y comparte
impensadamente sus prejuicios. Pues existe
realmente un prejuicio de la Ilustración,
que es el que soporta y determina su esencia:
este prejuicio básico de la Ilustración
es el prejuicio contra todo prejuicio y con
ello la desvirtuación de la tradición.
Un análisis de la historia del concepto
muestra que sólo en la Ilustración
adquiere el concepto del prejuicio el matiz
negativo que ahora tiene. En sí mismo
"prejuicio" quiere decir un juicio que se
forma antes de la convalidación definitiva
de todos los momentos que son objetivamente
determinantes. "Prejuicio" no significa pues
en modo alguno juicio falso, sino que está en su concepto el que pueda ser valorado positivamente
o negativamente." |
Verdad
y método , H. G. Gadamer
|
|
No
obstante estas últimas observaciones sobre la
filosofía y su "situación" en un momento
dado no deben llevarnos al extremo contrario, a la aceptación
de un total relativismo que haría a cada filosofía
fruto exclusivo de las circunstancias en las que se
encuentra. La pretensión de universalidad y generalidad
de las afirmaciones de cada filosofía siguen
siendo legítimas, pero sí debemos estar
alertas sobre el peligro de pretender situarse en una
posición supuestamente neutral desde la que juzgar
al resto de filosofías como si uno mismo no tomase
partido. En el momento en que lanzamos una pregunta
ya hemos hecho una elección, hemos abierto la
puerta a un tipo de respuestas y probablemente la hayamos
cerrado para otras perspectivas. De ahí la importancia
de cuestionarse la realidad de diversas formas, de poder
adoptar otros puntos de vista, de no dar nada por sentado
y de, llegado el caso, saber rectificar. Siendo como
somos, imperfectos, es absurdo pretender que nuestro
conocimiento sea infalible. En el capítulo 6
volveremos sobre esta cuestión con más
detalle mostrando cómo la consecuencia lógica
de la constatación de que nuestro conocimiento
es falible es, o debería ser, la tolerancia entre
las diversas posturas. No obstante, sirva lo dicho hasta
ahora para este primer apartado introductorio.
1.5.
Diversos enfoques ante la pregunta: "¿Qué
es filosofía?"
Si
antes comentábamos que las preguntas filosóficas
no son neutrales, sino que distintas preguntas, aparentemente
similares, pueden encauzarnos hacia un determinado tipo
de respuesta de forma inadvertida, conviene señalar
también que, ante una misma pregunta caben distintos
enfoques a la hora de dar una respuesta. Tales enfoques
pueden determinar qué aspectos son relevantes
o qué datos hay que tener en cuenta a la hora
de responder a la pregunta que se ha planteado.
La
pregunta "¿Qué es filosofía?" puede
responderse desde diversos puntos de vista. Así,
encontramos lo que podríamos denominar la perspectiva
histórica . Desde esta perspectiva,
si queremos saber qué sea la filosofía
debemos fijarnos en su historia, especialmente en sus
orígenes, debemos fijarnos en la evolución
de los distintos sistemas, las corrientes históricas,
aquellos temas que se repiten una y otra vez a lo largo
del tiempo, las influencias e interconexiones entre
los distintos puntos de vista, etc. Por otro lado, lo
que podríamos denominar como la perspectiva
de la actividad , fija su atención en
el tipo de acción que se desarrolla. La pregunta
fundamental es, en este caso, ¿Qué es
lo que hacen los filósofos cuando están
"trabajando"?. Ahora bien, en la medida en que la filosofía
es una actividad consciente, tiene un fin, por lo tanto,
desde lo que denominaríamos la perspectiva
pragmática , podemos preguntarnos "¿cuál
es el fin de la filosofía? ¿En qué
medida se consigue o se aproxima a él?" En función
de lo que respondamos podemos plantearnos "¿es
útil? ¿qué sentido tiene?".
Queda
patente de esta forma que la reconstrucción de
la historia de la filosofía que elaboremos puede
ser muy distinta si elegimos unilateralmente uno de
estos planteamientos.
NOTAS
(1)
La hermenéutica es una corriente filosófica
que surge a mediados del siglo XX. Afirma que lo que
denominamos verdad no es sino el resultado de una determinada
interpretación. La verdad tiene siempre, por
lo tanto, un carácter relativo, parcial y transitorio,
pero nunca objetivo y sistemático.
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