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MÁS PLATÓN Y MENOS PROZAC
Lou Marinoff


Esta obra, subtitulada Filosofía para la vida cotidiana, parece haberse convertido en la primera que ha conseguido divulgar la idea del asesoramiento filosófico a gran escala. Su autor, Lou Marinoff es uno de los primeros en llevar a la práctica esta manera de entender la filosofía en Estados Unidos.
El asesoramiento filosófico surge como respuesta a los problemas cotidianos de las personas en las peculiares circunstancias en las que se desarrolla la vida de cada uno y se presenta, como ya indica el título, como una alternativa a otro tipo de tratamientos psicológicos, en base a que muchas personas "lo que necesitan es un diálogo, no un diagnóstico".

La obra, dividida en cuatro partes, comienza con este contraste y trae a la mente del lector una concepción de la filosofía, la de filosofía como arte de vivir, frente a la visión más académica o abstracta. De una manera sencilla, a través de lo que el autor denomina "El proceso PEACE" (Problema, emoción, análisis, contemplación, equilibrio) se ofrecen cinco pasos con los que enfrentarse a las tensiones cotidianas. Intercaladas entre la explicación encontramos numerosas citas de filósofos diversos que hacen amena la lectura y que ejemplifican la cuestión que se está tratando así como breves resúmenes de las concepciones filosóficas de la modernidad, de la ilustración, etc.
La segunda parte del libro, que comprende el cuerpo central, se dedica al examen de casos concretos, situaciones problemáticas (crisis en el trabajo, en la pareja, falta de sentido, etc.) y cómo la filosofía puede ayudar a resolverlos. El método, y éste es el punto clave de la cuestión, es el siguiente: al cliente (no olvidemos que la asesoría es un negocio; no por ello es negativo, por supuesto, pero supone un marco ¿discutible? en el que se trata la cuestión) se le ofrece una filosofía que ayude a situar el problema en una perspectiva más amplia y a partir del cual pueda abordar la situación. La filosofía que se le ofrece depende del problema concreto y de la filosofia o visión del mundo que el cliente traía previamente. Así, en ocasiones resulta pertinente tratar la cuestión de los conflictos de intereses y las diversas filosofías al respecto, en otras ocasiones se plantea un debate acerca del significado de la vida y de su sentido, o bien se puede tomar una obra concreta como punto de referencia para la reflexión.

La tercera parte de la obra trasciende el tratamiento personalizado del cliente para comentar las reuniones filosóficas de grupos, los "cafés filosóficos", o las reuniones durante los fines de semana que organizan algunos centros, empresas o universidades con la misma idea de buscar en la filosofía un punto de apoyo y una seguridad o una salida, aunque consista simplemente en una nueva perspectiva de los problemas, que ayude a resolver los conflictos.
La cuarta y última parte ofrece al lector recursos diversos para ampliar y ahondar en el tema: lecturas complementarias, direcciones a las que dirigirse (muy completa esta sección, incluye direcciones de 16 países distintos), publicaciones relevantes y una lista de los filósofos más relevantes de la historia explicados brevemente.

La cuestión o duda fundamental que puede plantear esta obra a un filósofo es ¿a qué concepción de la filosofía está haciendo justicia Lou Marinoff? Puesto que no hay filosofía, sino filosofías, ¿cuál es la que permite hacer uso de todas o de cualquiera de ellas como medio para resolver nuestros problemas? Ya hemos mencionado la concepción que considera a la filosofía como un "arte de vivir", como considerarían quizá los filósofos de la época helenística, pero mi impresión es que la concepción que subyace es la de un exagerado pragmatismo que no hace justicia a la filosofía (considerandola no ya desde una escuela determinada, sino de una forma general). Y es que la filosofía podrá buscar seguridades, pero gracias a un análisis y un examen crítico de la realidad. Cuando dicho examen se lleva a cabo la filosofía proporciona más inseguridades que otra cosa (cuando no las fomenta ella misma. Como decía Bertrand Russell, "ante la voluntad de creer yo propongo la voluntad de dudar").

Tomemos algunos ejemplos extraídos de la obra de Marinoff. En el apartado 3, acerca del proceso PEACE, y mostrando cómo debe actuarse ante una situación problemática, se afirma (pg. 70) que "la mejor forma de proceder es la que le deja a uno libre de culpa y remordimientos". Pero cómo nos sentimos es fruto en muchas ocasiones de las ideas que tenemos acerca del mundo, de lo que está bien y de lo que está mal. Un examen crítico de nuestras ideas altera asimismo los sentimientos y puedo mostrarnos que nuestras reacciones emocionales anteriores no tenían razón de ser, o que incluso eran perjudiciales. Los sentimientos, que por supuesto no deben ser ignorados, no son el único criterio para averiguar cuál es la mejor forma de proceder. Otro ejemplo es el tratamiento que el autor hace del "Libro de las mutaciones", el Yijing. Antes de finalizar la obra, el autor afirma: "No sabría explicar por qué este libro suele dar en el clavo, aunque acepto encantado el resultado. Llámelo pragmatismo místico". Personalmente, no me parece un ejemplo de la actitud racional y crítica que se le atribuye a la filosofía. Incluso aquellos filósofos para los cuales la filosofía es una manera de vivir mejor ("Vacuo será el razonamiento del filósofo que no alivie ningún sufrimiento humano", Epicuro, citado por Marinoff en la página 59), si lo es, se debe precisamente a que la filosofía proporciona una vida auténtica, racional y crítica ("Es la razón por sí misma lo que hace la vida feliz y agradable, al expulsar todas las ideas y opiniones falsas, y evitar así toda la perturbación de la mente", Epicuro, citado por Marinoff en la página 9).

A pesar de esta crítica, que no es que Marinoff abuse de los filósofos y de la filosofía, sino más bien que se queda corto en su aplicación, animo a la lectura de este libro que sigue teniendo la ventaja de poder ofrecer al lector una nueva perspectiva.

Es de esperar que a esta obra le sigan otras de otros autores (de momento Marinoff ya ha publicado una continuación: "Pregúntale a Platón"). Quizá veamos el surgimiento de líneas divergentes dentro del asesoramiento filosófico. Tratándose de filosofía sería lo más normal.

 
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