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EL UNIVERSO COMO COSMOS. ORDEN
Segunda parte

2.3) GALILEO GALILEI

Galileo Galilei es sin duda uno de los astrónomos más conocidos, eclipsando incluso a Copérnico. Ello se debe, podemos pensar, a la elaboración matemática de sus teorías o a la importancia que le concedió a la experimentación como un método para averiguar las leyes físicas, pero sin duda uno de los atractivos de su figura y su vida es el carácter heroico y simbólico que tuvo el juicio al que le sometió el tribunal de la Inquisición en 1633 y en el que Galileo lucho contra el poder establecido y la tradición por defender lo que consideraba que era verdad.

El objeto del proceso era el libro titulado Diálogo sobre los dos principales sistemas del universo, el ptolemaico y el copernicano. Los motivos que Galileo tenía para oponerse a la concepción tradicional eran varios, la mayoría de los cuales los había obtenido a partir de las observaciones realizadas con telescopios que el mismo fabricó (aunque probablemente no fuese él el inventor original). Galileo observó:

1) Que la Luna no es un objeto perfecto e inmutable, como lo consideraba la teoría aristotélica, que afirmaba que los objetos celestes estaban compuestos de una sustancia, el éter, eterna e incorruptible. Galileo, por el contrario, observó montañas, valles y relieves de todo tipo, muy similares todos ellos a los de la Tierra.

2) Por otro lado, también constató que el planeta Júpiter tenía a su alrededor otros cuatro cuerpos (satélites que hoy se denominan "Galileanos" en su honor) que no giraban alrededor de la Tierra, al menos no directamente, sino que orbitaban alrededor de Júpiter.

3) Finalmente observó que el planeta Venus, al igual que la Luna, también pasaba por fases crecientes y decrecientes. Esta última observación era inexplicable según la teoría geocéntrica tradicional.

No obstante, Galileo era consciente de que su concepción del Universo estaba directamente en contra del dogma oficial, y poco antes de que construyese su primer telescopio otro pensador, Giordano Bruno, había sido juzgado y condenado a morir en la hoguera por defender la opinión, considereada entonces herejía, de que el universo era infinito y que en él había una infinidad de mundos (pero sin negar en ningún momento la perfección absoluta de Dios, ni su infinita inteligencia, bondad, belleza, justicia, sabiduría, etc.).

Galileo fue llevado finalmente a juicio a la edad de setenta años. En el proceso, además de las posibles incoherencias de la teoría de Galileo con los textos bíblicos que ya hemos mencionado, se discutió si las teorías galileanas eran meros modelos matemáticos para predecir mejor las posiciones de los planetas o si afirmaban que verdaderamente la Tierra giraba alrededor del Sol. Ésta última era la tesis defendida por Galileo y es una cuestión que nos lleva a plantearnos preguntas filosóficas tales como ¿Qué es la verdad? ¿Quién determina lo que es cierto o no?

Hoy día nos separamos y nos diferenciamos de los acusadores de la inquisición, no tanto por defender un modelo del Universo distinto, sino por considerar que los demás tienen derecho a expresar opiniones distintas a las nuestras. El juicio a Galileo es un momento histórico que nos puede mostrar que la ciencia está ligada también a ciertas ideas éticas, como puede ser la de la honestidad intelectual y la búsqueda sincera de la verdad, aunque el resultado de esa búsqueda no responda a nuestros deseos.

Galileo, bajo la amenaza de tortura, abjuró de su teoría y negó todo aquello que había defendido. Fue sentenciado a arresto domiciliario y murió nueve años después. La Iglesia católica reconoció su error recientemente, es decir, 350 años después.

2.4) KEPLER Y EL MOVIMIENTO PLANETARIO

Johannes Kepler fue un astrónomo alemán que consiguió por fin elaborar un modelo exacto del sistema solar superando las dificultades que planteaba el modelo de Copérnico o de Galileo porque sustituyó las órbitas circulares por óbitas elípticas. La elipse es una especie de circunferencia aplastada que consta de dos focos. Todos los planetas, mostró Kepler, giran formando una elipse (aunque de pequeña excentricidad y por lo tanto parecida a un círculo) y teniendo al Sol en uno de los focos.

 

Para elaborar sus teorías se basó en las observaciones que Tycho Brahe había llevado a cabo en su observatorio, uno de los mejores de la época. La colaboración entre Kepler y Brahe fue la colaboración entre el teórico y el observador. Sin los datos que Brahe había conseguido gracias a los espléndidos telescopios y materiales de los que disponía, las teorías de Kepler no se habrían podido comprobar y habrían resultado especulaciones sin corroborar; pero sin las teorías de Kepler, todos los datos que Brahe había reunido no se habrían podido ordenar coherentemente y con sentido.

Lo que hoy conocemos como "Leyes de Kepler" afirman, además de que los planetas giran en órbitas elípticas, que la velocidad de un planeta en su giro alrededor del Sol no siempre es la misma (es mayor cuanto más cerca del sol se encuentre) y que los planetas más cercanos al Sol recorren su órbita en menos tiempo (su "año", esto es, un giro completo alrededor del Sol, es menor o mayor que el de la Tierra, dependiendo de si están más cerca o más alejados del Sol que nosotros).

Kepler estaba fascinado con la contemplación de los cielos y con el orden del Cosmos, que consideraba creado por Dios según un plan matemático. En sus obras intuyó que debería haber una fuerza que mantuviese a los planetas unidos en el sistema solar impidiendo que se dispersasen por el espacio. Se anticipaba así a la idea de la gravedad, que formularía con precisión Isaac Newton.

En su fascinación y asombro, consideró que algún día el hombre viajaría a la Luna y escribió una de las primeras historias de ciencia-ficción en la que narraba semejante viaje. Era, sin duda, un visionario. Ya en el siglo XVII imaginó y pensó en los viajes espaciales, y soñó que barcos estelares, con velas adapatadas a los vientos del espacio, surcarían la distancia entre las estrellas.

2.5) NEWTON Y LA GRAVITACIÓN UNIVERSAL.

LA FORMACIÓN DE UN MODELO COMPLETO DEL UNIVERSO.

Isaac Newton nació el mismo año de la muerte de Galileo. Es sin duda el científico más grande de todos los tiempos. Fundó la óptica moderna mediante experimentos por medio de los cuales descompuso la luz blanca en los colores del espectro, fundó también las matemáticas superiores después de elaborar el cálculo infinitesimal, inventó el telescopio de reflexión y, para la comprensión del Universo que nos atañe, logró establecer las leyes del movimiento y deducir sus consecuencias así como la ley de la gravitación universal. Por medio de esta ley, la ley de la gravedad mostró que todos los cuerpos del universo se comportan de la misma forma y responde a las mismas leyes, eliminando así definitivamente con la concepción jerárquica del universo de la visión tradicional según la cual la Tierra era cambiante y perecedera y los cielos eternos e inmutables. Newton, como Kepler, también afirmó los principios básicos del universo que sus teorías describían en forma de leyes, una de las cuales, la ley de la inercia, afirma que la tendencia de cualquier objeto en movimiento es seguir una línea recta, a menos que sufra la influencia de algo que le desvíe de su camino.

Los movimientos planetarios, gracias a Newton, fueron explicados de forma precisa por medio de técnicas matemáticas. El gráfico, en esta misma página, tomado de una de las obras del propio Newton muestra cómo el movimiento de un satélite como la Luna, o de un planeta, es el resultado del equilibrio de varias fuerzas: la gravedad que atrae al satélite y al planeta entre sí y la inercia del satélite, que le llevaría a continuar moviéndose en línea recta. En la imagen el movimiento del satélite es equiparado al movimiento que seguiría un proyectil lanzado con la suficiente energía.

   

Pero las teorías de Newton no eran sólo una magnífica descripción matemática del universo, sino que, al ser universales, podían ser aplicadas a nuevos fenómenos que hasta entonces no tenían explicación, como los cometas, por ejemplo.

Hasta entonces se ignoraban muchas cosas acerca de los cometas (a pesar de lo cual se les temía porque se pensaba que, o bien podían causar cataclismos físicos en la Tierra, o bien eran señales y signos de acontecimientos históricos, por lo general trágicos, como la pérdida de una batalla o la muerte de un rey. Hoy día la astrología mantiene la existencia de un vínculo entre el momento del nacimiento de cada uno con la posición de los planetas en ese mismo instante a pesar de que no sólo no tiene una base científica sino que hay fuertes argumentos y evidencias en contra).

Basandose en las teorías de Newton, un amigo suyo, Edmund Halley, mostró que los cometas eran cuerpos con órbitas elípticas de gran excentricidad que se aproximan al sol con poca frecuencia (una vez cada 76 años, como el cometa que lleva su nombre, o, en ocasiones, cada cientos o cada miles de años).

Junto con el avance teórico que Newton representa la imagen del universo que se va formando, cada vez más coherente y completa recibe también aportaciones fruto de la observación. Con el paso de los años los telescopios se van haciendo cada vez mejores y más potentes y permiten descubrir nuevos planetas, estrellas o bien observar lo ya conocido con mayor precisión. En el año 1781 el astrónomo William Herschel descubre el planeta Urano. Neptuno no se descubrirá hasta 1846 y el autor del descubrimiento es otro astrónomo llamado Leverrier.

Todavía en el marco de la concepción newtoniana del Universo se discutirá la cuestión de si la Vía Láctea es la única galaxia existente y en ella consiste todo el universo, o si bien hay otras galaxias y por lo tanto la Vía Láctea es sólo una parte de un Universo mayor de lo que hasta entonces se había imaginado. La cuestión se resolverá a favor de la segunda alternativa en el siglo XX gracias al avance de los instrumento de observación.

La fama de Newton fue inmensa y su figura ha sido celebrada, y lo seguirá siendo. Fue enterrado en la Abadía de Westmister, en Londres, junto a los grandes reyes y personalidades de Inglaterra. El poeta Alexander Pope escribió un posible epitafio para su tumba: "La Naturaleza y las leyes de la Naturaleza permanecían escondidas en la noche: Dios Dijo: ¡Hágase Newton!, y todo fue luz".

3. LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD.

LA CONCEPCIÓN ACTUAL DEL UNIVERSO:

3.1) EINTEIN Y LA TEORÍA DE LA RELATIVIDAD

En la concepción del universo según las teorías de Galileo y de Newton se había supuesto que el espacio y el tiempo eran unos sistemas de coordenadas fijos y absolutos a partir de los cuales se podía medir o constatar el movimiento de los objetos o a la sucesión temporal de los acontecimientos.

Se suponía que, independientemente de lo que hubiese en el universo (planetas, estrellas, o nada en absoluto) el espacio exitía y existiría siempre idéntico e inmutable, como un "marco" en el que tienen lugar los distintos sucesos, los cuales, se pensaba, se encontraban inmersos además en el transcurrir del tiempo, que, de la misma forma, era siempre idéntico y el mismo para todos; una hora, un día, una semana, nos dice el sentido común, tienen la misma duración para todos y el orden en el que se suceden los acontecimientos en ese período de tiempo es el mismo para cualquier observador; asimismo, si dos acontecimientos son simultáneos, lo son para todos los posibles observadores. No será así en la teoría de Einstein.

En la teoría de la relatividad el único sistema de coordenadas fijo e inamovible es la velocidad de la luz (que es de 300.000 km/sg. en el vacío). ¿Qué significa que la velocidad de la luz sea siempre la misma? Supongamos que nos encontramos en un tren que se desplaza a 50 km/h. Si, dentro del tren, lanzamos un objeto a 20 km/h con respecto al tren (y en el mismo sentido en el que el tren se desplaza) concluiremos que el objeto se desplaza a un total de 70 km/h, esto es, las velocidades del tren y del objeto se suman. Si, por el contrario, en lugar de lanzar un objeto, encendemos una linterna en la misma situación, la luz que sale de la linterna no se desplaza a 300.000 km/sg más 50 km/h, sino que sigue desplazandose a 300.000 km/sg. La luz, pues, se comporta de manera distinta de los demás cuerpos. Partiendo de este dato Einstein mostro que conceptos tales como simultaneidad, que son coherentes con la concepción del tiempo de Galileo y Newton, sólo pueden ser afirmados con respecto a un observador. Es posible, afirma que Einstein, que los acontecimientos que para una persona hayan sucedido en el mismo instante, para otra tengan lugar uno después de otro. De nuevo, imaginemos una situación que puede ilustrar cómo esto es posible: si nosotros, en la Tierra observásemos que los planetas Venus y Marte (que se encuentran aproximadamente a la misma distancia cada uno de la Tierra) explotan simultáneamente pensaremos que ha sido efectívamente así. Pero alguien que se encuentre en Júpiter observaría primero la explosión de Marte y luego la de Venús (puesto que la luz que recibe de Marte tarda menos tiempo en llegar que la que recibe de Venus, más alejado). Concluiría pues que una explosión tuvo lugar antes que otra ¿Qué interpretación es la correcta? Lo que Einstein afirma es que sólo podemos hablar de simultaneidad mientras indiquemos quién es el que está observando y dónde está situado. Conceptos como tiempo, simultaneidad, espacio, velocidad, etc. son relativos a un observador (¡la teoría de la relatividad no afirma que todo sea relativo sin más, sino relativo al observador!). Dado que no podemos "salirnos" del universo y contemplar lo que sucede en él "desde fuera", el lugar en el que estemos influirá en nuestra concepción del tiempo y el espacio.

Además de la crítica a los conceptos de espacio y tiempo como entidades fijas y absolutas, la teoría de la relatividad sustituye el concepto de gravedad de Newton por el de "campo". Anteriormente se suponía que la masa de un objeto atraía a cualquier otro objeto que se encontrase alrededor (y viceversa, este segundo objeto atraería al primero).

Conforme a las teorías de Einstein la masa de un objeto (supongamos, de una estrella) lo que hace es "curvar" el espacio, modificarlo, de tal forma que los cuerpos que se encuentran a su alrededor (los planetas, los cometas...) se ven obligados a seguir una trayectoria determinada en función de su movimiento inicial.

   

La imagen representa cómo un objeto masivo, como una estrella, curva el espacio a su alrededor (representado por la cuadrícula), obligando a un rayo de luz a curvar igualmente su trayectoria

Este obscuro concepto de "espacio curvo" tiene la ventaja de eliminar el problema de la "acción a distancia" de la teoría de Newton ¿cómo es posible que un cuerpo atraiga a otro que se encuentra a millones de kilometros instantaneamente?

Finalmente resaltemos que la teoría de la relatividad también mostró que existe una equivalencia entre la materia y la energía. Esto significa que la materia puede transformarse en energía y la energia en materia. Dicha relación se expresa en la famosa fórmula E = m·c2. Einstein mostró que a partir de una pequeña cantidad de materia se puede liberar una enorme cantidad de energía (lo que tristemente se comprobó por medio de las bombas atómicas).

Hasta el momento la teoría de la relatividad ha sido comprobada en numerosos experimentos. Aunque nos describe un, en principio, extraño universo en el que ni el tiempo transcurre igual para todos ni el espacio es el mismo objetivamente, estas peculiaridades sólo se aprecian cuando nos desplazamos a velocidades cercanas a la velocidad de la luz. Para nuestra vida cotidiana (o incluso para los viajes espaciales) la descripción de Newton de la realidad sigue siendo una muy exacta aproximación.

3.2) ORIGEN Y FIN DEL UNIVERSO. DEL BIG BANG AL ¿BIG CRUNCH?

En 1929 el astrónomo Edwin Hubble había constatado que las galaxias se desplazan, más concretamente, se alejan de nosotros. (Esta información, así como mucha otra acerca del material del que se componen las estrellas, por ejemplo, se obtiene a partir del análisis de la luz que emiten). Comprobó además que cuanto más lejos se encontraban de nosotros más rápido se alejaban. ¿A qué se debía esto? Si todas las galaxias se alejan de nosotros ¿somos acaso el centro del universo? Una explicación ampliamente aceptada en la actualidad afirma que no es que seamos el centro del universo, sino que desde cualquier punto en el que nos situemos se tendrá la misma perspectiva ¿cómo es esto posible?

Imaginemos un globo que está siendo inflado y que tiene pintados en su superficie numerosos puntos (que representan a las galaxias). Conforme el globo se hincha más y más todas las galaxias se separan entre sí (y desde cualquiera de ellas se tiene la impresión de que son las otras las que se alejan). Ese es el modelo del universo utilizado por la ciencia actual. Ahora bien, si en este momento las galaxias se están separando, ¿cómo se encontraban en el pasado? Al parecer, mucho más próximas. La teoría del Big Bang, que es coherente con las teorías físicas de la relatividad que ya hemos visto, afirma que el universo se originó en la devastadora explosión de un punto en el que estaba concentrada toda la materia, a partir de la cual esta se expandió, para formar más adelante las galaxias y el universo tal como hoy lo conocemos. Una pregunta que nos asalta de inmediato es "¿Qué había antes del Big Bang?". La respuesta es, si aplicamos la teoría de la relatividad, que no hubo un "antes" del Big Bang. El tiempo comenzó en el Big Bang y la pregunta por lo que sucediese anteriormente simplemente no tiene sentido. Lo mismo sucede con el espacio. ¿Qué había "fuera" de ese punto? La respuesta, desconcertante y difícil de imaginar, es que no había "fuera".

¿Qué final tendrá el universo? ¿Continuará expandiéndose eternamente? Según las teorías recientes hay tres posibilidades que pueden darse:

A) El universo continua expandiendose para siempre (lo que desembocaría a la larga en la muerte de toda vida o actividad).

B) El universo encuentra un estado estable en el que permanece eternamente.

C) Inicia el proceso inverso a la expansión, lo que algunos han llamado el "Big Crunch", volviendo al punto inicial (con la subsequente destrucción del universo que hoy conocemos en el proceso). Ante esta última perspectiva se ha especulado que el universo podría pasar por diversos, o infinitos, Big Bangs y Big Crunch, expansiones e implosiones.

Representación gráfica de las posibilidades de evolución del universo:

  En el gráfico se muestran tres tipos de evolución del universo distinta. En los tres casos el universo comienza expandiéndose, pero, en el caso A, la expansión continúa aumentando, en el caso B la expansión se detiene y el universo permanece estable; finalmente, en el caso C, la expansión se detiene y el universo comienza a decrecer en tamaño, hasta que implosiona en el Big crunch y vuelve al punto de partida.

Hoy día se sigue investigando cuál de estas alternativas puede ser la correcta. Para ello se trabaja en dos sentidos. En primer lugar, en el ámbito teórico, se intenta encontrar una teoría que integre los logros de la teoría de la relatividad, que explica el universo "a gran escala", y las teorías de la física cuántica, que se ocupan del funcionamiento de los átomos y de la realidad a nivel microscópico.

En segundo lugar, en el ámbito experimental, se perfeccionan los instrumentos de observación y de medición; por ejemplo, en la actualidad se están proyectando los nuevos telescopios situados en órbita alrededor de la Tierra que sustituirán al actual telescopio Hubble.
Telescopio espacial Hubble


4. LA EXPLORACIÓN ESPACIAL.

4.1) PASADO, PRESENTE Y FUTURO. HISTORIA DE LA EXPLORACIÓN ESPACIAL: LA NUEVA ODISEA

El 4 de octubre de 1957 un cohete soviético puso en órbita el primer satélite artificial de la Tierra, el Sputnik 1. Con él comenzaba la era espacial. Los estudios teóricos acerca de la posibilidad de enviar cohetes al espacio se remontan, sin embargo, hasta 1903, en el que el pionero ruso K. E. Tsiolkovsky comenzó sus investigaciones y aportaciones, algunas de las cuales fueron llevadas con posterioridad a la práctica. En EE.UU. destaca la figura de Robert H. Goddard, que comenzó a experimentar en el jardín de su casa con los pocos recursos de que disponía ya en 1926, lanzando cohetes propulsados con combustible líquido.

Ya desde los comienzos podemos ver que la entonces U.R.S.S. y EE.UU. serían quienes librarían una dura batalla en primer lugar por ser los "conquistadores" del espacio. Durante la Guerra Fría esa competencia se formalizó explícitamente teniendo la llegada del hombre a la Luna como objetivo fundamental. Tras aproximaciones de varias sondas no tripuladas, el 20 de julio de 1969, una sonda pilotada por seres humanos se posó sobre la Luna. Neil Armstrong se convirtió en el primer hombre en pisar otro mundo.Módulo de descenso sobre la superficie lunar, perteneciente a la nave Apollo 11, que llevó al ser humano por primera vez a la Luna en 1969.

El planeta Mercurio fue fotografiado desde el espacio por sondas no tripuladas en 1974 y 1975. En las superficies de Venus y de Marte se ha conseguido que las sondas se posasen sobre la superficie y tomasen numerosas fotografías así como estudiasen el terreno, su composición química, etc. En el caso de Marte las naves Viking 1 y Viking 2 descendieron ya en 1976; recientemente, en 1997 la Mars Pathfinder aterrizaba con éxito llevando en su seno un pequeño vehículo de exploración.

No obstante las dos misiones de exploración espacial más espectaculares han sido las sondas Voyager 1 y Voyager 2, que fotografiaron desde el espacio los planetas Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, así como sus respectivas lunas en un viaje que comenzó en 1977, que necesitó más de 10 años de viaje para recorrer las distancias entre esos planetas, y que todavía hoy continúa, puesto que dichas sondas se dirigen fuera del sistema solar, cuyos límites más exteriores sobrepasará a mediados del siglo XXI para errar por entre las estrellas en el oceano del espacio.

Mientras la tecnología se desarrollaba para permitir estos exploradores espaciales automáticos (que en la actualidad resultan cada vez más económicos) o los viajes a la Luna, también se utilizaba en el entorno terrestre. Ejemplos de ello son los satélites meteorológicos o de comunicaciones. Hoy día se utiliza el transboradador espacial, consistente en una nave parecida a un avión que puede ser utilizada una y otra vez. Dicha nave es la que ha puesto en órbita por ejemplo, el telescopio espacial Hubble, y la que se usa para la construcción de la Estación Espacial Internacional, un satélite artificial permanente sobre la Tierra en cuya construcción colaboran numerosos países y que pretende ser un enclave para la experimentación científica así como para aprender más acerca de los efectos de la ingravidez en el ser humano.

¿Cuáles son los proyectos para el futuro en materia de exploración espacial?

De cara al entorno terrestre se pretende profundizar en el conocimiento del clima para predecir mejor los diversos fenómenos atomosféricos.

La Estación Espacial Internacional, de la cual se han construido hasta ahora las dos terceras partes, puede constituir un punto de partida para una exploración espacial profunda, pero la llegada a Marte, por no decir la colonización de otros mundos, todavía supone numerosas problemass técnicos (además de la necesidad de existencia de agua en dichos mundos, todavía por comprobar).

Desgraciadamente, el reciente accidente del trasbordador Columbia (1-02-03), uno de los cuatro existentes en la actualidad, desintegrado al entrar en la atmósfera, retrasará los proyectos que la N.A.S.A. esta desarrollando y supone un serio problema para la finalización de la construcción de la Estación Espacial Internacional, que puede llegar a paralizarse. Ya en 1986, debido a la explosión del trasbordador Challenger, los proyectos espaciales sufrieron un grave retroceso. Es posible que en el futuro se replantee el uso de los trasbordadores, aunque, por el momento, no tienen un sustituto claro. Es de esperar, no obstante, que una vez revisadas exhaustivamente las causas del accidente y diseñado nuevas estrategias en la conquista del espacio, ésta continúe con los proyectos mencionados o, quizá, con otros nuevos. Algunas de las misiones espaciales están ya en marcha, como la nave no tripulada Cassini-Huygens, que en 1997 partió hacia Saturno para explorar tanto al planeta como a Titán, una de sus lunas, en las que se dan unas condiciones relativamente adecuadas para que exista vida. El viaje todavía continúa. Finalizará, tras 3500 millones de kilómetros, en julio del año 2004.

El astrónomo Carl Sagan afirma acerca de los viajes espaciales: "Los vuelos espaciales de exploración colocan las nociones científicas, el pensamiento científico y el vocabulario científico ante el ojo público. Elevan el nivel general de indagación intelectual. La idea de que ahora hemos comprendido algo que nunca había captado nadie con anterioridad, ese regocijo -especialmente intenso para los científicos implicados, pero perceptible para casi todo el mundo- se propaga en el seno de la sociedad, rebota en sus muros y regresa a nosotros. Nos estimula a solventar problemas de otros ámbitos, que tampoco habían hallado nunca solución. Incrementa el grado de optimismo de la sociedad. Da rienda suelta a esa clase de pensamiento crítico que tanto necesitamos, si queremos resolver temas sociales hasta ahora intratables. Contribuye a estimular a una nueva generación de científicos. A mayor presencia de la ciencia en los medios de comunicación -especialmente si se describen los métodos, las conclusiones y sus implicaciones- más sana es, según mi parecer, la sociedad. La gente de todas partes siente ansia de comprender".

5. APÉNDICE: PARA SABER MÁS...

Películas recomendadas:

Contact (Ciencia ficción). Dirigida por Robert Zemeckis e interpretada por Jodie Foster en el papel principal. Narra la reacción de la humanidad ante la llegada de un supuesto mensaje de una civilización extraterrestre inteligente.

Apolo 13 (Reconstrucción histórica): Dirigida por Ron Howard e interpretada por Tom Hanks, Gary Sinise, Kevin Bacon... Describe el fallido intento de llegar a la Luna por medio de la nave tripulada Apolo 13 y su accidentada vuelta a la Tierra. Muy adecuada para comprobar todos los procesos puestos en marcha en los viajes a la Luna (que se muestran también en el libro "La conquista de la Luna")

Libros recomendados:

Newton y la gravedad, escrito por Paul Strathern. Un librito muy claro y breve que narra los logros de Newton y, en parte, su carácter personal

La Conquista de la Luna, de Ricardo Artola. Un libro muy claro para entender la carrera espacial y la lucha entre las dos potencias del momento, EE.UU. y Rusia, por llegar a la Luna en primer lugar. El libro trata los aspectos técnicos, institucionales (la organización N.A.S.A.) y los personajes más importantes que participaron.

ISAAC ASIMOV es un escritor de ciencia ficción que también ha escrito libros de divulgación científica de prácticamente cualquier área (física, química, astronomía, geografía, matemáticas, historia de la ciencia, biografías de científicos e incluso libros sobre literatura y una Guía a la Biblia en la que señala datos históricos. Es muy claro y accesible. Podemos destacar títulos como El principio y el fin, o la completa Nueva guia de la ciencia.

El futuro es un país tranquilo, de José Manuel Sánchez Ron. En el año 9687 un imaginario admirador de Newton le escribe cartas personales que Sánchez-Ron aprovecha para explicar las teorías de Newton, Darwin y Einstein, así como diversas reflexiones sobre la ciencia, la de hoy y la de mañana. Una perspectiva original e interesante.

 
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