7.
CONCLUSIÓN
La
filosofía ha consistido a lo largo de su historia
en una reflexión del ser humano en torno a la
realidad y a sí mismo. Una reflexión que
se pretendía crítica y totalizadora y
cuya fuente de vida han sido las experiencias filosóficas
de cada uno de los pensadores, entendiendo estas experiencias
como la íntima necesidad de dar respuesta a un
problema situado en el límite de los conocimientos
o de las experiencias conocidas hasta el momento.
La
filosofía puede entenderse de muy diversas maneras,
siendo algunas de ellas incompatibles entre sí.
No obstante, en cualquier caso se pretende profundizar
en la realidad y alcanzar un conocimiento antes ignorado
(aunque eso suponga eliminar cualquiero otro conocimiento).
La
cuestión de la utilidad de la filosofía
ha sido planteada desde sus mismos comienzos. Hasta
el momento tan sólo hemos mencionado su capacidad
para enseñarnos a vivir con nuestras dudas, no
ignorándolas ni pretendiendo hallar respuestas
para todas, sino proporcionando un equilibrio entre
ambas, conscientes de los peligros de cada uno de los
extremos.
"Desde
que el hombre ha sido capaz de la especulación
libre, sus actos -en muchos aspectos importantes-
dependen de sus teorías respecto
al mundo y a la vida humana, al bien y al
mal (...). Para comprender una época
o una nación, debemos comprender
su filosofía (...). Hay una conexión
casual recíproca. Las circunstancias
de las vidas humanas influyen mucho en su
filosofía y, viceversa, la filosofía
determina las circunstancias.
Sin
embargo, hay una respuesta más personal.
La ciencia nos refiere lo que podemos saber,
mas lo que podemos saber es poco, y si olvidamos
cuánto nos es imposible saber, nos
hacemos insensibles a muchas cosas de la
mayor importancia. La teología, por
su parte, aporta una fe dogmática,
según la cual poseemos conocimientos
en los que, en realidad, somos ignorantes,
y con ello crea una especie de atrevida
insolencia respecto al universo. La incertidumbre,
frente a las vehementes esperanzas y temores,
es dolorosa, pero hay que soportarla si
deseamos vivir sin tener que apoyarnos en
consoladores cuentos de hadas. Tampoco conviene
olvidar las cuestiones que plantea la filosofía,
ni persuadirnos de que hemos encontrado
respuestas definitivas a ellas. Enseñar
a vivir sin esta seguridad y, con todo,
no sentirse paralizado por la duda, tal
vez sea el mayor beneficio que la filosofía
puede aún proporcionar en nuestra
época al que la estudia."
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Bertrand
Russell
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El
debate en torno a la utilidad de la filosofía,
sin embargo, ha recibido mucha más atención
de la que aquí hemos sugerido. Incluso dentro
de la propia filosofía se ha abierto una polémica
sobre la utilidad de la misma tanto en el plano teórico
como en el plano social, político, etc. Para
desarrollar estos aspectos resulta fundamental conocer
los restantes conocimientos con los cuales la filosofía
se compara y frente a los cuales puede ser tachada de
útil o inútil. Remitimos, pues, al lector,
al siguiente número de los Cuadernos de filosofía
, que tratará el tema "La función
de la filosofia en el conjunto de la cultura. La relación
entre el saber filosófico y el saber científico
y otros saberes".
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